Distintas investigaciones han reportado los efectos beneficiosos de las dietas ricas en lípidos con propiedades anti-inflamatorias, tales como los ácidos grasos omega-3, presentes principalmente en el pescado.
De éstos, el ácido eicosapentaenoico EPA, se ha relacionado con actitud mental positiva y la reducción de la angustia, mientras que el ácidodocosahexaenoico DHA no tendría acción antidepresiva.
Al respecto, en países con alto consumo de pescado se observa disminución de prevalencia en depresión, depresión postparto y enfermedad bipolar. También se sabe que menores niveles de omega 3 están presentes en depresión recurrentes y suicidio.
Por el contrario, el consumo de alimentos abundantes en ácidos grasos trans presentes en comida rápida, pastelería, alimentos procesados y fritos, contribuirían a un mayor riesgo de sintomatología depresiva y a daño cardiovascular por dislipidemia.
La administración de EPA solo, o en combinación con DHA, es la estrategia utilizada en el tratamiento de depresión, y puede ser conveniente en personas que no toleran los antidepresivos, como ancianos, embarazadas y quienes amamantan. En esta última situación se conocen los efectos favorables en el neurodesarrollo in útero e infancia.
Se demuestra útil en personas con morbilidad cardiovascular, por sus beneficios en la coagulación e inflamación arterial. Al respecto, es frecuente que pacientes con depresión y enfermedad bipolar sufran patología cardiaca, en tanto que los pacientes con infarto reciente tienen mayores complicaciones y mortalidad si, además, presentan síntomas depresivos.
Las dosis de omega tres que se recomiendan son 1 a 2 gramos por día. En general, las molestias son escasas y destacan gusto y olor a pescado. La manera más simple de obtener los omega 3 es consumir pescado 2 a 3 veces por semana.
Prof. Dr. Pedro Retamal C.
Departamento Psiquiatría.
Campus Oriente. Facultad De Medicina.
Universidad De Chile.
