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La enfermedad bipolar afecta a más de medio millón de chilenos

La enfermedad o trastorno bipolar se refiera a una persona cuyo estado puede oscilar entre dos polos: la exaltación eufórica y la tristeza patológica, o sea, cambios intensos en su ánimo.

Si se consideran todos los tipos de enfermedad bipolar, la ciclotimia y otros casos que han sido diagnosticados como depresión, pero que en realidad son trastornos bipolares, la cifra de compatriotas afectados por esta patología llega a las 660 mil personas, según datos entregados por el psiquiatra Pedro Retamal, académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.

En otras palabras, un 5% de la población adulta de Chile presenta algún tipo de trastorno bipolar.

Causas de la enfermedad bipolar

Genética: algunos estudios indican que las personas que tienen con un pariente consanguíneo que padezca trastorno bipolar, son más propensos a desarrollar la enfermedad ellos mismos.

Las hormonas tiroideas: ellas juegan un rol importante en el control de los ciclos biológicos y también en la regulación de la actividad de neurotransmisores y receptores. De hecho, es conocida la relación entre la disfunción tiroidea y algunas alteraciones psiquiátricas, especialmente las enfermedades del ánimo.

Desequilibrio químico: el “desorden” en los neurotransmisores influyen de manera clave en los trastornos del estado de ánimo, ya que tanto la serotonina, como la noradrenalina y la dopamina, por ejemplo, son sustancias químicas que facilitan la comunicación entre las neuronas

Factores ambientales: eventos traumáticos, estrés, la muerte de un ser querido, por ejemplo, podrían ser factores de riesgo para desarrollar algún tipo de trastorno bipolar. Muchas veces, estas situaciones pueden desencadenar la aparición de esta patología.

Los dos polos de la enfermedad


1) Episodio de manía:
se caracteriza porque la persona se siente con una confianza y un ánimo exagerados, como si fuese “dueño del mundo”.

La persona está hiperactiva, duerme menos o muy poco, casi no siente cansancio. Está más irritable y belicoso. Habla mucho y muy rápido. Podrían aparecer ideas de grandeza, creyendo tener relaciones con personas muy importantes.

También podría fallar el juicio y la razón, lo que podría redudndar en compras compulsivas y poco apropiadas, además de cometer impertinencias o actos muy inadecuados o peligrosos.

2) Episodio de depresión: tiene los mismos rasgos de cualquier depresión. Por ejemplo, desesperanza, tristeza, desaliento, desinterés, incapacidad para gozar de las cosas de la vida, falta de apetito, cansancio. Ideas o intentos suicidas, insomnio o hipersomnio.

Estas fases son de duración variable, entre días y meses, ocasionalmente años; los períodos de ánimo estable y normal pueden ser muy prolongados, años; pero también breves y la persona sufre varios episodios de manía y depresión en el curso de un año.